El
sector fabril destruyó puestos de trabajo en 18 de 22 meses de gobierno
de Macri. En septiembre hay 2 mil empleos industriales menos que en
igual mes de 2016.
El sector textil es uno de los que más puestos pierde.
Imagen: Sandra Cartasso
Imagen: Sandra Cartasso
La
industria no para de destruir empleo. En septiembre se perdieron 2100
puestos de trabajo que en la medición sin estacionalidad arroja una
contracción de 3100 empleos en el sector. Cuando se comparan los datos
con el mismo mes del año pasado la caída alcanza hasta las 27.000
posiciones, una pérdida equivalente al 2,2 por ciento del empleo en esas
actividades. La baja en la producción fabril acumulada desde el
recambio de Gobierno arroja una retracción de 67.940 puestos de acuerdo a
los registros administrativos del Sistema Integrado Previsional
Argentino (SIPA). El crecimiento en las importaciones de bienes de
consumo, la estancada demanda interna, las subas de tarifas y las nuevas
formas de intervención estatal en los conflictos laborales son algunos
de los factores que explican el desempeño de la ocupación manufacturera
desde finales de 2015. Textiles, confecciones, cuero, calzado,
electrónica y química son algunos de los sectores afectados.
Las estadísticas difundidas ayer por el Ministerio de Trabajo
muestran, no obstante, una mejora en los niveles de empleo total. Los
informes dan cuenta de la creación de 38.100 puestos en septiembre de
los cuales 8100 corresponden a asalariados del sector privado. El resto
de la mejora se explica por la incorporación de 12.700 nuevos
monotributistas, 6400 empleados públicos y 10.500 monotributistas
sociales. La dinámica presentada por las cifras oficiales da cuenta del
deterioro en la calidad del empleo donde la destrucción de empleo en la
industria es compensada con trabajo precario y de menor remuneración. La
experiencia histórica revela que las transformaciones sobre el universo
laboral que propuso el Gobierno en sus reformas no son acompañadas por
un proceso de creación de empleo.
El desempeño es similar en la comparación interanual donde se
registra la creación de 248 mil puestos. Uno de cada cuatro de esos
empleos corresponde a monotributistas sociales. No se trata de nuevos
puestos sino de un proceso de regularización de la situación laboral a
través de esa modalidad. El fenómeno responde a la decisión del Gobierno
de extender la Asignación Universal por Hijo a ese universo de
trabajadores a partir de abril del año pasado. El empleo público da
cuenta de 17 por ciento de los empleos creados mientras que los
monotributistas anotados en el régimen explican el 33 por ciento de los
puestos. Así 75 de cada 100 empleos creados en septiembre corresponden a
posiciones inestables y de bajos ingresos.
Los datos oficiales publicados ayer revelan que la ocupación
manufacturera anotó bajas mensuales en dieciocho de los veintidós
registros publicados desde que Jorge Triaca y Francisco Cabrera se
hicieron cargo de las carteras de Trabajo y Producción, respectivamente.
Sin embargo, la retracción observada es más que compensada por las
mejoras en la construcción. Impulsada por la obra pública, la actividad
muestra un alza de 5400 puestos en el mes y 46.200 en términos
interanuales. El sector Comercio y reparaciones anotó en septiembre una
mejora mensual de 1300 puestos y registra una suba frente al mismo
período del año pasado de 11.600 empleos. Existen otras tres
actividades, además de la industria, que mostraron bajas contra 2016:
Explotación de minas y canteras con una merma de 3300 posiciones,
Agricultura con un retroceso de 800 empleos e Intermediación Financiera
con una baja de 200 puestos.
Las autoridades de Trabajo aseguraron ayer que “la creación de empleo
está estable”. La Encuesta de Indicadores Laborales que ofrece un
anticipo para el desempeño del empleo privado arrojó en octubre una
variación mensual del 0,4 por ciento y un incremento frente al mismo mes
del año pasado del 1,6 por ciento. Las mejoras mensuales se observaron
en la mayoría de los aglomerados con excepción de Gran Bahía Blanca que
presentó una variación negativa de -0,2 y Gran Mendoza, Córdoba y Jujuy
que no mostraron cambios. En términos interanuales el incremento alcanzó
a todos los aglomerados y está explicado por el crecimiento en Gran
Buenos Aires (1,2).
Fuente:Página/12
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